GR AS-202 Ruta de la Reconquista. Etapa 3: Vega de Comeya - Covadonga

Escrito el 20/01/2023
Adrián Parente

Datos básicos

Clasificación: Turismo activo

Clase: Caminos a Covadonga

Tipo: Ruta de la Reconquista

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Cangas de Onís

Parroquia: Covadonga

Entidad: Covadonga

Comarca: Comarca del Oriente de Asturias

Zona: Oriente de Asturias

Situación: Montaña de Asturias

Código postal: 33589

Cómo llegar: GR AS-202 Ruta de la Reconquista. Etapa 3: Vega de Comeya - Covadonga

Dirección digital: 8CMQ72J8+GR

 

GR AS-202 Ruta de la Reconquista. Etapa 3: Vega de Comeya - Covadonga

Descripción:

  • Ruta a pie: 9,2 km
  • Duración aproximada: 4 h 00 min
  • Dificultad: media

Accesos: Saliendo de Arenas de Cabrales por la carretera AS 264 hasta Poncebos donde se coge la CA1 hasta Sotres.

Covadonga - Vega de Comeya

La vega de Comeya está situada en la vertiente Norte del Macizo Occidental de los Picos de Europa o Picos del Cornión, inmediatamente al norte de los Lagos de Covadonga.

Se trata de una depresión cerrada, de aproximadamente 1,2 km2 de extensión, limitada al sur y oeste por escarpes calizos y al norte por una suave cresta modelada sobre rocas cuarcíticas.

El fondo de esta cuenca es prácticamente plano y está surca do por un pequeño arroyo que se pierde en un sumidero o «pónor» situado en su extremo noroccidental.

Está surcada por una turbera en la que se pude encontrar plantas carnívoras y vegetación de turbera y una abundante muestra de anfibios y donde existió una explotación minera de manganeso ligada a Buferrera, siendo lugar de decantación en amplias balsas del mineral previo a su transporte hasta Covadonga.

Todavía podemos contemplar restos de la Fábrica y de los barracones, como La Concentradora y también de las torres del cable aéreo por donde descendía el mineral para su tratamiento.

En 1958 la Compañía de Minas de Covadonga concluyó sus trabajos mineros en la zona de Buferrera; no obstante se dedicó a partir de esta fecha a la recuperación del mercurio existente en las escombreras mediante unas balsas de decantación instaladas en le vega de Comeya.

Con el fin de mejorar la extracción de este mineral líquido se llegó incluso a montar un lavadero del tipo Caminet.

Una vez en el llano hemos debemos de arrimarnos a las verticales paredes de Paré del Arcu situadas a la izquierda de la Vega hasta encontrar el manantial de aguas de Jupioru, que nace a partir de una gran fisura en la peña.

Continuamos ascendiendo por el collado de la izquierda, no debiendo continuar por la pista que nos conduciría a la cuesta de la Huesera primero y luego a la Cruz de Priena encima de Covadonga después.

Una vez en la carretera se debe girar a la izquierda y ascender unos metros hasta la majada de Teón donde sale a la derecha una pista.

Se abandona la carretera de los Lagos para coger la pista de la derecha que se desciende hacia la Majada de Fana donde se encuentra una plantación de árboles totalmente rodeados por una muria de piedra.

Justo cuando la pista da un giro de 180º a la izquierda se abandona para continuar por la pequeña canal de Vega Jondos que nos lleva a un collado desde donde tenemos una bonita visión de la Vega las Traviesas encajonada entre un hayedo y una pared rocosa.

Descendemos hacia la el fondo de la Vega siempre pegados a la pared de la derecha llegando junto a una fuente donde se inicia la ascensión en busca del collado de la Bobia antesala de la loma de Severin, donde se aloja la majada del mismo nombre y donde al final de la misma damos vista a la Majada de las Mestas.

Descendemos por la Cuesta del Pandal en busca del río las Mestas.

Siguiendo el descenso por la herbosa pradera salpicada con algún que otro bosquete de acebos nos encontramos en medio de uno de estos con la bifurcación a la derecha del camino que nos lleva a la carretera de los lagos a través de la majada de Les yaceries, se sigue el descenso en busca de fondo del valle por donde discurre el río Mestas.

Una vez en sus inmediaciones, la ruta da un giro a la derecha para continuar pegada al río que cruzamos dos veces para llegar junto a una portilla, punto de entrada a la Vega de Orandi.

La Vega de Orandi es uno de esos lugares mágicos de la orografía asturiana un valle sin salida formado por un río que acaba por sumirse en una cueva de origen cárstico, surcado por el río Deva cuyo nombre remite a un origen divino, del de la diosa cántabra mater Deva.

El agua del río llega hasta una cueva de origen cárstico, por donde se infiltra produciendo un ruido bronco hasta reaparecer a unos 800 m bajo la Santa Cueva de Covadonga.

El camino se continúa subiendo a la derecha del sumidero, rodeados de espinos albares y avellanos hasta llegar al Collado de Orandi, para después descender por un camino serpenteante bajo un bosque de hayas con tilos, fresnos acebos, etc., el trazado es en ziz-zag en la parte final para salvar el gran desnivel, a través del bosque de La Matona hasta llegar a los pies de la Santa Cueva.

Cuentan las crónicas, con esa carga de fantasía que engrandece las historias perdidas en el tiempo, que un caudillo asturiano de nombre Pelayo, al mando de un grupo de montañeses y astures, consiguió derrotar a las hasta entonces invencibles tropas musulmanas, dirigidas por Alkama, en la mítica batalla de Covadonga.

Corría el año 722 de nuestro tiempo y Pelayo era nombrado primer monarca del Reino de Asturias.

Era el comienzo de la Reconquista y de la veneración del Real Sitio de Covadonga.

Actualmente, las dos torres de la Basílica, constituyen la primera imagen de Covadonga para el peregrino indistintamente el camino que hayamos cogido para llegar a ella.

Cada año miles de creyentes y turistas acuden a la Cueva Santa, una gruta natural encajada en un farallón el monte Auseva, para ver a la Santina sita en una gruta don de se encuentran el sepulcro del rey Pelayo y su esposa y frente a la talla de la Virgen.

La gruta es también un excelente balcón para asomarse al estanque que hay debajo y en el que brillan cientos de monedas representando otras tantas ilusiones y deseos.

Del interior de la peña, justo por debajo de la capilla, surge el río Deva en forma de una bella cascada que agita las aguas de ese remanso artificial y que alimenta la Fuente de los Siete Caños, de la que cuentan las leyendas que las mujeres que beben de los siete chorros se casan en el plazo de un año.

Hasta allí podemos bajar por la escalera que algunos fieles prefieren subir de rodillas en señal de promesa.

Textos: Antonio Alba Moratillas

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